Desde que era niña he sido un terremoto, no paraba quieta. Una pequeña anécdota que siempre me cuenta mi madre es que cuando me metían al parque para que jugará con mis juguetes siempre me tiraba de cabeza, ya que no podía estar cerrada entre esas cuatro paredes de rejilla.
A los 6 años, sufrí un accidente que casi me cuesta la vida. Gracias a mi padre sigo viva. En dicho accidente ocurrió lo que a continuación os voy a contar. Mientras estaba comiendo mejillones se me quedo atragantado uno, no podía respirar, lo cual sobresalto a toda mi familia ya que me estaba poniendo morada. Mi padre intento sacármelo de todas las maneras posibles y no pudo, con lo que tuvo que recurrir a meterme los dedos en mi garganta y sacarme el mejillón. Siempre que recuerdo ese momento doy gracias a dios y en especial a mi padre por salvarme.
Una de mis pasiones es el deporte. He practicado fútbol desde niña, pero a lo que realmente he dedicado buena parte de mis años ha sido al atletismo. He practicado atletismo durante 8 años.
Debido a una grave lesión en el cuádriceps tuve que dejar de practicarlo, pero espero y confío en que algún día vuelva a competir.
Después de haber vivido en Almazán durante 17 años, me trasladé a Segovia para comenzar mis estudios universitarios en la Universidad de Valladolid. Llevó desde el día 23 de Septiembre del 2012 estudiando Publicidad y Relaciones Publicas en el campus María Zambrano.
Desde hace casi 2 años mantengo una relación sentimental con un chico llamado Diego Esteban, el cual también estudia en Segovia Magisterio. El es un gran apoyo en mi vida, junto a mis amigas. Ya que sin ellas muchas cosas no serían posibles.
Otra faceta que me caracteriza es que soy muy habladora y me gusta gritar mucho, pero también soy muy amigable y me gusta escuchar a los demás.
Aparte de mi pasión por el deporte, me encanta el teatro, el cual he practicado y me llama mucho la atención. El arte dramático fue una de mis opciones para estudiar, pero en el último momento y con lo cabeza loca que soy, cambie de opinión.
Un ejemplo a seguir para mi es Vanessa, mi hermana. A la cual admiro y quiero muchísimo.
Ella tiene 28 años y es licenciada en Bellas artes por la facultad de Salamanca. En estos momentos se encuentra sacándose el doctorado, y quien sabe si después de conseguirlo comienza a prepararse la cátedra.
Pero a los que realmente les debo mi vida es a mis padres, ya que sin ellos yo no hubiera existido.
Mi madre se llama Mª Isabel y en estos momentos se encuentra en paro , como millones de personas en este país. Y mi padre se llama Santiago el cual esta jubilado por una enfermedad.
Gracias a mis padres estoy hoy escribiendo esta biografía, gracias a ellos estoy estudiando esta carrera, ya que es un esfuerzo económico bastante grande.
Por otra parte también debo darle las gracias a el resto de mi familia, a los sucesos que me han ocurrido a lo largo de mi vida que han sido muchos y la mayoría de ellos nada buenos, a mis amigos, a mi pareja, a los que se fueron y no volverán, a todos ellos gracias por hacer que me convierta en una persona fuerte.
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